domingo, 18 de octubre de 2009

Transgresión

Creo que no hemos aprendido, o al menos yo no he aprendido del todo. La idea es que el mundo se mueve a base de la lucha de contrarios, una dinámica dialéctica si se quiere. Tesis, antitesis y síntesis, ¿no? La idea es que se este evolucionando, que de la ruptura de una idea aparezca algo nuevo.


Sin embargo, lo interesante es que en realidad no se tiene que dar un dominio de alguna de las dos partes; sino por el contrario el motor del mundo es la lucha de contrarios en un balance. Es en esa lucha que se da ese proceso dialéctico; tomando esto en consideración, puede que Fukuyama estuviera en lo correcto cuando dijo que nos encontrábamos con el fin de la historia.

Es aquí que entra el término que me gusta de Transgresión. Que quede claro que la definición que voy a dar del término es únicamente como yo lo utilizo y entiendo; no me interesa dar definición de diccionario Larousse ¿OK? Porque además, ni se que viene en el diccionario si buscas esa palabrita. Y bueno, estarás preguntándote ¿Qué se habrá metido este wey? Y en un segundo término, ¿si ni sabe esta cabrón que dice el siempre confiable pequeño Larousse, como utilizara el término?


Ah! Pues muy fácil, a manera un tanto empírica, a la palabra Trasgresión le doy un significado de rompimiento, pero el cual tiene que ser lo suficientemente fuerte para que el entendimiento de un “algo” sea replanteado y reinventado.


Entonces, vamos por ejemplo con el buen Marqués de Sade, que dicho sea de paso me parece como un predecesor indispensable de la Contracultura, así como su contexto revolucionario, que pensándolo mejor toda Transgresión debe ser contracultura. El Marqués en su condición de sociopata , reinventó el dolor y el placer, dando como resultado una Transgresión enorme, pero estableciendo nuevos parámetros sociológicos y literarios. Ahora bien, aquí vemos dos transgresiones: la Revolución y lo que hizo el Marqués; dos rupturas sobre el entendimiento del mundo tan fuertes que no quedó de otra más que crear algo nuevo e incierto que llamaron Modernidad; el Marqués, Rebospierrre y sus amigos construyeron tan bien su proyecto que ahora vivimos la sobreexaltación de sus vicios en un entendimiento del mundo que ya no tiene razón de ser. Nos encontramos en un mundo desangelado, cosificado, frío y en general de la chingada; en sí nadie sabe bien que significa eso de Modernidad, pero todos anduvimos metidos en eso, esperemos que ya hayamos salido.

El problema es ese: que ya no hay nada que tenga razón de ser y por ende, no existe una antitesis para seguir la dinámica del mundo. Nos hemos estancados. No hay para donde ir. La pregunta es lógica: ¿Qué sucederá? Seguimos exaltando los valores modernos, aunque estos ya no sirven y seguimos con el mantenimiento de la vieja (contra)cultura capitalista. Si la tesis es completamente artificial, no puede surgir una antitesis y mucho menos una síntesis. Nos encontramos frente al abismo, frente a la nada. Quien sabe que encontremos ahí, en esa obscuridad; no se si sea peor o mejor, solo espero que sea diferente y claro que nos meteremos un madrazo, pero hay que disfrutar el viaje

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